Eduardo Rodríguez Chirillo, secretario de Energía, encabezó este lunes las audiencias públicas por los aumentos tarifarios que comenzarán a regir el próximo mes. Allí, uno de los funcionaros más importantes de la administración de Javier Milei reveló una millonaria deuda que la administración anterior dejó con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Boliviano (YPFB), empresa petrolera del país vecino.
El costo promedio de esa transacción se realizaba a un valor de 10 dólares por millón de BTU y fue reduciéndose a medida que pasaran los años, con el objetivo de reducirse a cero para mediados de 2024, cuando en los planes oficiales iba a estar lista la reversión del Gasoducto Norte para proveer de gas a todo el norte argentino.
Según reveló Chirillo, el monto de la deuda alcanza los 230 millones de dólares. El cálculo da un incumplimiento de casi cuatro meses en las obligaciones con YPFB de parte del gobierno de Alberto Fernández.
Además, dijo el funcionario, la deuda “tiene que honrarse bajo apercibimiento de corte”.
En caso de que la reversión del Gasoducto Norte no esté terminada para el segundo semestre, el suministro para el Norte Argentino estaría en riesgo. Para atenuarlo, no hay una cláusula que comprometa a Luis Arce, presidente de Bolivia, a vender gas a Argentina.
Incluso en caso de que se acuerde la venta, el contrato de Enarsa estipuló que a partir de agosto, el valor sea de 17 dólares el millón de BTU.